sábado, 14 de abril de 2012

El secreto del futuro

Todos piensan que su vida es cosa del destino, pura suerte. Pero no es así. Cada uno puede crear un destino, un nuevo presente y alterar su futuro, ya que todos podemos cambiar, todos podemos ser libres... Yo por ejemplo, no abro mi verdad a todo el mundo, suelo esconder una parte que nadie conoce, ni mi mejor amigo, ya que es una de las pocas cosas a las que puedo recurrir cuando esto triste y sola. Yo se que puedo crear mi destino, ya que puedo cambiar mi camino.

sábado, 10 de marzo de 2012

La realidad

Cuando somos niños soñamos con cosas pequeñas, sencillas, un helado de fresa, una muñeca que llora y hace pis o esa bicicleta que tiene el vecino del cuarto; cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros y se vuelven complejos, igual que nosotros. Y de repente la muñeca de trapo se convierte en un vestido nuevo con el que cruzar un océano a 10.000 metros de altura para deslumbrar a tu marido con un viaje sorpresa; pero los sueños se rompen en pedazos cuando se topan con la realidad, porque la realidad, a menudo es radicalmente distinta a lo que uno cree que es. Las personas no siempre son lo que aparentan ser, ni las relaciones y mucho menos los amigos. Y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio, porque uno cree que es negro, pero puede ser blanco; o uno cree que es blanco pero probablemente sea de todos los colores del arcoiris, uno sabe como empiezan las cosas pero nunca sabe como van a terminar...

viernes, 2 de marzo de 2012

El miedo

El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan, lo miedos son tan diferentes y tan personales, como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla. Miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pase a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un señor en la tele, un señor encantador, que decía que la felicidad es la ausencia de un miedo. Y entonces me he dado cuenta de que últimamente, yo ya no tengo miedo. Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien, a veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar, y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido, como esa ropa que un día dejas de usar.

Como cuesta recordar aquellas cosas ya olvidadas

 Son tantas cosas que ya olvidé, pero tantas que quiero recordar y otras que me quedan por olvidar... Por eso, pienso que un nuevo día está por llegar y que algún día pueda regresar al ayer que tanto apreciaba: aquellas dulces horas esperando a que el sol se escondiera tras las montañas, que la dulce melodía que tocaba con mi piano desapareciera por la oscuridad de la noche. Como deseo que esos días vuelvan ya...

La felicidad

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día. Y no nos damos cuenta que es ella quien tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperas. En el instituto, en el supermercado, o en mitad de una vida... Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo. Que el final de un camino, solo es el principio de otro. Y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Aunque sea para esconderte en un desierto. Y esconderte es lo que menos importa... Lo que importa es que estas tocando con la yema de los dedos, eso que has estado soñando toda tu vida. Y ya solo importa el hoy, el presente, y lo que queda por vivir. Aunque no se puede borrar lo que ya está escrito. Y porque la vida, es lo que te sucede, mientras tu tratas de hacer otra cosa.

Aprende a olvidar

 Recuerda: el amor y los sueños no son nada más que castillos de arena, efímeros, que se desmoronan ante ti; por eso, tienes que aprender a amar, pero también tienes que aprender a olvidar, ya que esa persona que estuvo tanto tiempo a tu lado, un día cuando te despiertas ya no estará y tu alma no puede morir con él. Tienes que aprender a dejar a esa persona en un rinconcito de tu corazón donde siempre estará.